En Abril de 1945 la Segunda Guerra Mundial estaba muy cercana a su fin. Sin embargo, los alemanes no se iban a rendir sin luchar hasta el último momento, por lo que los aliados tenían que seguir atacando en misiones en las que morían hombres de ambos bandos. El sargento Wardaddy es uno de esos hombres. Manda un tanque Sherman, en el cual hay otros cuatro hombres, de los cuales es responsable, siendo su principal misión devolverlos con vida después de cada ataque. Sin embargo, en esta ocasión salir con vida va ser difícil, pues les encomiendan una misión complicada, que supone meterse de lleno en las líneas enemigas, que pese a que estaban mermadas, aún superaban a la unidad del sargento en número y sobre todo en armamento. Por si fuera poco, el sargento Wardaddy tiene a un novato con él, lo que le complicará aún más las cosas, que ya de por sí están muy difíciles.